[Za-bèt-te] Con un término que se remonta al antiguo croata, hoy en Milán se denomina pettegola (o pettegolo) a quien dedica su tiempo a las conversaciones, hablando y comentando sobre los demás.

Como pequeños cotilleos, sutiles vanidades, murmullos apenas susurrados, los anillos de MIMI pueden superponerse unos a otros, tejiendo breves conversaciones entre los dedos, entrelazándose con la vida cotidiana y aportando un toque de diversión incluso a los días más ordinarios. Porque, como decía Oscar Wilde, solo hay una cosa peor que ser objeto de habladurías: no serlo.

Anillos, pendientes, pulseras y collares de oro se realzan con las perlas de agua dulce más exquisitas, gemas de cortes exclusivos creados especialmente para MIMI y los camafeos de sardónice más pequeños del mundo.

Un abrazo de colores, todos para coleccionar.